Cada vez más, en las ciudades históricas se asigna a la arquitectura contemporánea la función de unir de nuevo “roturas”, vacíos, diversos papeles, y de hacer las veces de director de escena en crecimientos y cambios. En Alessandria, tras la trágica inundación de 1994 que causó muertes y devastación, el puente que durante casi un siglo garantizó la conexión entre las dos partes de la ciudad, fue demolido y el alcalde encargó a Richard Meier el proyecto de un nuevo puente con una sola arcada. Casi diez años para la demolición, entre polémicas y problemas económicos, y poco menos para la realización, han entregado a la ciudad un puente de más de 185 metros que restablece la comunicación histórica entre dos realidades urbanas que en los siglos han experimentado numerosos cambios. Por una parte la ciudad histórica, de origen medieval, forjada fuertemente en los siglos XVIII y XIX. Por otra, la gigantesca ciudadela de siglo XVIII (60 hectáreas), ejemplo único de fortaleza inalterada, que el Ministerio de Defensa ha dejado recientemente, y que todavía esta esperando que se le asigne una nueva función, además de una restauración para su conservación. La nueva estructura de acero blanco, con carriles para la circulación de automóviles y pasarela para peatones y bicicletas, casi una plaza suspendida en el agua, ocupa el lugar de otros puentes que con el pasar de los siglos, desde la fundación de Alessandria en el siglo XII, han constituido un eje importante para las comunicaciones en la ciudad y con el territorio circunstante. Más que un problema de decisión de forma y tecnología, lo que se le planteó a Meier fue el objetivo de crear un “remiendo” entre caminos interrumpidos que con el pasar de los años habían alejado, más que un río, el Borgo Cittadella del centro de la ciudad. La Superintendencia Arqueológica de Bellas Artes y Paisaje de Piamonte, impuso la conservación de las cepas del puente del siglo XIX, mientras durante la construcción, aparecieron los restos arqueológicos de la puerta del siglo XVII, factores que causaron variaciones del proyecto inicial durante la realización de la obra.

Mending broken paths. The “Meier bridge” to the Fortress / Dameri, Annalisa - In: Intervenciones contemporáneas en territorios con historia / William Pasuy Arciniegas. - ELETTRONICO. - Bogotà : Universidad de La Salle, 2018. - ISBN 978-958-5400-98-6. - pp. 70-77

Mending broken paths. The “Meier bridge” to the Fortress

Dameri Annalisa
2018

Abstract

Cada vez más, en las ciudades históricas se asigna a la arquitectura contemporánea la función de unir de nuevo “roturas”, vacíos, diversos papeles, y de hacer las veces de director de escena en crecimientos y cambios. En Alessandria, tras la trágica inundación de 1994 que causó muertes y devastación, el puente que durante casi un siglo garantizó la conexión entre las dos partes de la ciudad, fue demolido y el alcalde encargó a Richard Meier el proyecto de un nuevo puente con una sola arcada. Casi diez años para la demolición, entre polémicas y problemas económicos, y poco menos para la realización, han entregado a la ciudad un puente de más de 185 metros que restablece la comunicación histórica entre dos realidades urbanas que en los siglos han experimentado numerosos cambios. Por una parte la ciudad histórica, de origen medieval, forjada fuertemente en los siglos XVIII y XIX. Por otra, la gigantesca ciudadela de siglo XVIII (60 hectáreas), ejemplo único de fortaleza inalterada, que el Ministerio de Defensa ha dejado recientemente, y que todavía esta esperando que se le asigne una nueva función, además de una restauración para su conservación. La nueva estructura de acero blanco, con carriles para la circulación de automóviles y pasarela para peatones y bicicletas, casi una plaza suspendida en el agua, ocupa el lugar de otros puentes que con el pasar de los siglos, desde la fundación de Alessandria en el siglo XII, han constituido un eje importante para las comunicaciones en la ciudad y con el territorio circunstante. Más que un problema de decisión de forma y tecnología, lo que se le planteó a Meier fue el objetivo de crear un “remiendo” entre caminos interrumpidos que con el pasar de los años habían alejado, más que un río, el Borgo Cittadella del centro de la ciudad. La Superintendencia Arqueológica de Bellas Artes y Paisaje de Piamonte, impuso la conservación de las cepas del puente del siglo XIX, mientras durante la construcción, aparecieron los restos arqueológicos de la puerta del siglo XVII, factores que causaron variaciones del proyecto inicial durante la realización de la obra.
2018
978-958-5400-98-6
Intervenciones contemporáneas en territorios con historia
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Utilizza questo identificativo per citare o creare un link a questo documento: https://hdl.handle.net/11583/2710434